Un destino infaltable que, a través de sus amantes del tango, nos recibió y apoyó en todo momento. Una ciudad con mucha puja tanguera en la cual filmamos un poco de todo: para la danza invitamos a la fusión de Mati y Nana mostrando una vez más que para nosotros en la actualidad, el tango no es cosa de géneros; entrevistas muy enriquecedoras que daban crédito del paso de Pugliese por esos lugares; murales en su homenaje, y también cerramos con una milonga que tuvo una gran convocatoria, en un espacio local que sostiene el tango y que invita a disfrutan de ese fuego: “Tsunami”; y gracias a la generosidad de Andrés las entradas fueron a completo beneficio del proyecto. Como combustible que sostiene nuestro proyecto, siempre el amor, nuestro amigo Joel nos alojó en su casa con mucha generosidad, la milonguera Nury diseñó stickers y cuadernitos artesanales del maestro para que pudiéramos vender y la mamá del bailarín amasó tallarines caseros que fueron un almuerzo de pic nic en nuestro trayecto hasta La Rioja. La sanguchería Bullanga Milanga, se enteró por las redes de nuestra llegada al lugar, y como buenos tangueros se ofrecieron a colaborar, y así que fue que se convirtieron en locación de entrevista y nos deleitaron con una súper cena para el equipo.

Con el poderoso Cerro Famatina de fondo registramos el Tango y su relación con la lucha social expresada a través de la danza. Con la guía de nuestra querida Nati y este imponente escenario natural pudimos reflejar la preocupación, el compromiso y el levantamiento social de personas capaces de valorar su entorno y defenderlo con amor en acción. Además cerramos con una noche milonguera en el Hostel San Isidro que generosamente nos recibió y habilitó el espacio para bailar y para hacer allí también una ronda de prensa.

Destino ineludible por la gran y ferviente comunidad tanguera que se encuentra en su territorio y por representar un escenario tan Argentino, de viñedos y montañas como paisaje. Aquí nos recibió una comunidad de tango muy organizada y cálida, gestionaron espacio y todo lo necesario para que pudiéramos desarrollar una milonga La Osvaldo a toda máquina y seguir juntando fondos. También organizaron tremendo asadazo milonguero en un maravilloso lugar y así nos fuimos con el corazón contento y un montón de imágenes para la peli. La filmación fue bien variada, le hicimos entrevista a un amigo y gestor de tango desde hace muchos años, el Charly, además lo invitamos a bailar junto a otra amiga del corazón, milonguera de pura cepa, la Lau, que felizmente aceptó bailar y nos contó que Charly había sido su primer maestro; también registramos imágenes de un mural dedicado al maestro y nos deleitamos con un almuerzo agasajo en el refugio del cerro Challao.